7 señales de que podrías necesitar terapia

(Porque lo que pesa en silencio también habla)

A veces creemos que solo necesitamos un poco de ayuda cuando todo se derrumba. Sin embargo, muchas personas conviven con un malestar sutil, silencioso, que poco a poco desgasta la energía, la alegría y la conexión con uno mismo. La terapia no es únicamente para "cuando ya no puedes más": también es un espacio para prevenir, comprender y sanar lo que llevas dentro.

En Inlaza queremos compartirte 7 señales que pueden estar indicando que ha llegado el momento de buscar apoyo terapéutico:

Señales para que inicies terapia

1.Sientes que cargas con más de lo que te toca.

Te ocupas de todo, siempre estás para los demás, te cuesta pedir ayuda y sientes culpa cuando descansas. A veces creemos que eso es fortaleza, pero en realidad puede ser supervivencia aprendida. Y esas raíces suelen estar más atrás de lo que imaginas.

2.El cuerpo habla más que tú.

Dolores, tensión o cansancio sin explicación médica. Problemas digestivos, dolor de articulaciones... son muchas veces señales de algo no resuelto. Como dice el autor Gabor Maté: "El cuerpo no miente. Sabe lo que sentimos, aunque nosotros no lo sepamos".

3.El pasado se cuela en tu presente.

Experiencias antiguas —a veces incluso olvidadas— pueden seguir influyendo en cómo reaccionas, cómo sientes o cómo te relacionas. Cuando la herida no se atiende, encuentra la manera de recordarnos que aún está ahí.

4.No sabes explicar lo que sientes, pero sabes que algo no va bien.

Hay un malestar difuso, una incomodidad silenciosa. Desde fuera, parece que todo esté bien... pero dentro no lo vives así. Poder nombrar lo que sientes es el primer paso para dejar de cargarlo en soledad.

5.Te cuesta disfrutar, incluso cuando todo está en orden.

La alegría parece no llegar del todo, y lo que "debería" hacerte feliz, no lo hace. Cuando hemos pasado mucho tiempo en modo supervivencia, el placer suele sentirse extraño o incluso amenazante. Mereces habitar tu bienestar sin miedo.

6.Estás cansado incluso después de descansar.

No siempre es el cuerpo el que pide parar: a veces son las emociones, los duelos o los traumas no procesados. El sistema sigue en alerta aunque el peligro ya no esté presente. El verdadero descanso comienza cuando también puedes bajar la guardia por dentro.

7.Estás viviendo un cambio importante (aunque sea positivo).

Una mudanza, una boda, un embarazo, un nuevo trabajo... Todo cambio implica una pérdida, incluso si lo elegiste. La terapia te acompaña a integrar lo nuevo sin desconectarte de ti.

Pedir ayuda a través de la terapia también es fortaleza.

Empezar un proceso terapéutico no significa que estés roto/a, sino que eliges sanar, crecer y transformar tu historia.

En Inlaza estamos para acompañarte a poner palabras lo que un día fue silencio.

👉 Escríbenos si quieres dar el primer paso.