top of page
Buscar

Lo que no se nombra, se repite - La toma de conciencia.

  • Foto del escritor: Inlaza
    Inlaza
  • 30 sept
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 16 oct


toma de conciencia para no repetir patrones

Muchas veces nos encontramos en situaciones que parecen calcadas unas de otras: relaciones en las que volvemos a sentir el mismo vacío, discusiones que se repiten con personas distintas, exigencias internas que nunca se apagan. Y la pregunta surge sola: ¿por qué siempre me pasa lo mismo?


La respuesta no suele estar en el destino ni en la mala suerte. La repetición tiene más que ver con aquello que no se comprende, que no se nombra y que, por tanto, sigue actuando en silencio.


Patrones invisibles que vienen de lejos


Cuando reaccionas alejándote cada vez que te sientes herido/a, cuando eliges callar para no generar conflicto o cuando te exiges demasiado con la esperanza de ser querido/a, en realidad no lo estás decidiendo de manera consciente.


Estos patrones tienen raíces profundas:

  • La historia familiar: lo que se transmitió de generación en generación, a veces sin palabras, otras con silencios.

  • Las heridas tempranas: experiencias que dejaron huella en tu manera de sentirte y de relacionarte.

  • Lo no dicho: todo aquello que en casa no se nombraba, ya fuera por proteger, por miedo o por costumbre.


Lo que no se expresa encuentra formas de repetirse. Es como un eco que busca ser escuchado.


Nombrar no es culpar


Uno de los mayores miedos al mirar atrás es sentir que estamos culpando a otros. Pero nombrar no significa señalar culpables, significa comprender de dónde viene lo que hoy nos duele.

Cuando pones palabras a tu historia, algo cambia:

  • Lo que parecía inevitable se vuelve comprensible.

  • Lo que antes se vivía en automático se vuelve consciente.

  • Y al hacerse consciente, abre la posibilidad de elegir distinto.


Ese es el primer acto de libertad: reconocer lo que fue para no repetirlo.


El poder de la conciencia


En Inlaza creemos que la toma de conciencia es el primer paso esencial para cualquier proceso de cambio. Muchas personas quieren modificar conductas, dejar atrás ciertos hábitos o mejorar sus relaciones, pero intentan hacerlo sin comprender de dónde vienen esas dinámicas.


Cuando trabajamos sin conciencia, es como intentar mover las ramas de un árbol sin mirar la raíz. Al final, la fuerza que sostiene el patrón sigue estando ahí.

La conciencia, en cambio:

  • Te ayuda a dejar de vivir en automático.

  • Te permite conectar las piezas de tu historia.

  • Te muestra que repetir no es un castigo, sino una oportunidad de mirar algo pendiente.


La libertad empieza con una mirada honesta


El primer paso no es cambiar a toda prisa, sino mirar con honestidad. Preguntarte:

  • ¿Qué de lo que hago hoy tiene sentido en mi historia?

  • ¿Qué me protegió en otro momento y ahora ya no necesito?

  • ¿Qué silencios estoy repitiendo sin darme cuenta?


Cuando esas preguntas encuentran palabras, se abre un camino nuevo. No un camino inmediato ni perfecto, pero sí más libre y más propio.


En Inlaza, un acompañamiento diferente


Nuestro enfoque en Inlaza parte de esa premisa: que comprender tu historia es la base para construir otra forma de vivir. No se trata de borrar el pasado, sino de mirarlo con nuevos ojos.


En las sesiones trabajamos contigo para:

  • Dar voz a lo que no fue dicho.

  • Reconocer patrones que actúan en automático.

  • Comprender lo que te habita hoy y qué de ello sigue teniendo sentido.

  • Y, poco a poco, ayudarte a escribir una historia distinta.


Porque cuando lo no nombrado encuentra palabras, aparece la posibilidad de elegir con libertad.


Nombrar para no repetir


La verdadera transformación no empieza en la acción, sino en la mirada. Nombrar tu historia es un acto de valentía y de amor propio, porque abre espacio para lo nuevo.

Lo que no se nombra, se repite.

Pero lo que se nombra, se transforma.

 
 
 

Comentarios


bottom of page